Rho llega a Barcelona

Dia 1: Después de viajar más de 13 horas en un asiento más angosto que mis hombros, por fin estoy en Barcelona, donde Bárbara me esperaba para llevarme a comenzar mi vida nueva.

Dormí algo en el vuelo, pero de todas maneras nunca es lo mismo, asi es que llegué con sueño. Nuestro departamento es en un quinto piso, algo chico pero muy bonito, con un par de camas que soñaba con dormirlas, pero la reunión que tenía en poco rato mas no me dejó. Me dió algo de susto, por tener que enseñar cosas que hace tiempo no veo, pero que ya se me pasará.

Despues de la reunión, mi primera clase de catalán, aprendiendo casi únicamente la pronunciación de las letras, que tiene casi tantas reglas como el francés!... Después de la clase (de casi dos horas) tampoco pude ir a dormir, sino que había que comprar cachureos en el supermercado. Cuando por fin llegamos a la casa, no me acuerdo más hasta el otro día.

Dia 2: Ya superado un poco el jet-lag, había que por fin ponerse a trabajar en serio. La gente en la Universidad es muy amable, y me estaban esperando con casi todo listo: oficina, computador, etc. El almuerzo fue con Vicente, que nos llevo a comer comida Siria. Todo muy muy rico. Despues, de nuevo al trabajo, que me gusta, se ve entretenido y todo, sólo que tengo la presión personal por ser todo lo que ellos estaban esperando.

Esa tarde me dieron hasta la llave de ascensor, ya que para parar en ciertos pisos tienes que ser profesor o investigador, pero los alumnos tienen que subir a pata nomas. Que injusto!

A las 18 tuve que hacer la clase. Todo salio perfecto, salvo que varias veces tuve que repetir lo que decía más lentamente, para que me pudieran entender. Las salas son super ultra modernas!, con proyector, sistemas de sonido y todo. Todo terminaba a las 20:30, pero aún quedaban alumnos a las 21:00. Yo tenía que irme, asi es que los dejé ahí nomás.

Me fuí por primera vez solo en metro en Barcelona, con un buen mapa eso sí, donde María Eugenia que estaba en Bélgica trabajando, para cuidar junto a Bárbara a los niños mientras ella volvía. Que rica la comida de María Eugenia!



Rho