Aunque hoy Domingo habíamos planeado levantarnos temprano para ir al mercadillo (consejo de la guía turística Lonely Planet), tampoco pudimos hacerlo. Despues de comer un par de cachureos comprados anoche en el super de la esquina, partimos a tomar el único bus que estamos seguros que nos conecta desde el hotel al centro.
Ya en la puerta del sol, caminamos por Calle Mayor hacia el mercadillo, pero en el camino nos pillamos la Plaza Mayor, que es un lugar con mucha historia y muy tradicional, que mandó a construir hace unos trescientos años el rey Felipe III. La plaza es un cuadrado cerrado por edificios antiguísimos, y varios cafés ponen sus mesas al aire libre para que los clientes se sienten a tomar el poco de calor que llega, resguardado del viento frío que corre fuera de la plaza. Además de eso, tuvimos la suerte de encontrarnos con una feria de estampillas y monedas que se pone todos los domingos, con bastante gente mirando e intercambiando sellos y monedas de todos los años, y tambien algunas otras cosas como muñecas rusas. Bárbara se compró una moneda española del 1885 por tan solo 1 euro!
Más tarde seguimos el camino hacia el mercado, el que era casi lo mismo que una feria, como la que se pone cerca de mi casa en chile, pero sin frutas y verduras, y algo más de variedad. De todas formas era un paseo bastante interesante. Lo que a mi más me gustó fueron unos musicos callejeros turcos (o algo así) que tocaban bastante bien.
Despues de la feria fuimos al parque del retiro, pero en el camino volvimos a pasar por la plaza mayor, a tomar cafe y sol. Nos sacamos fotos en La puerta de Alcalá, y llegamos al parque a caminar un rato. Había muuucha gente, el parque era grandísimo, con una laguna al centro y mucha gente sentada al sol.
Hoy me gustó más que ayer. Mañana vuelvo a Barcelona, a nuestra casa, y Bárbara se queda acá trabajando hasta el martes.
Rho.
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