21 de enero de 2005

Respeto doble standard



En Barcelona hay un doble standard bastante notorio en el respeto que las personas muestran por el otro. Por un lado, son bastante civilizados en algunas cosas como:
  • En la escala mecánica, los que prefieren quedarse detenidos van por el lado derecho, para que los que van por el lado izquierdo puedan avanzar más rapido.
  • La ciudad no la llenan de edificios nuevos, respetando así el espíritu de la ciudad. Es muy agradable ver que muy pocos edificios superan los diez pisos.
  • El transporte público funciona en base a tickets que duran durante un período de tiempo. Si pasas del metro a un bus por ejemplo, nadie controla que marques el ticket, pero si pasa el inspector y no has marcado el boleto, la multa es alta. No sé si la gente en general pagará o no, pero supongo que sí, sino el sistema ya lo habrían cambiado.
  • Muchas veces al intentar cruzar la calle cuando el semaforo está en rojo (aunque no venga ningún auto) es común ver a personas increpar a otras por no respetar la luz.
Por otro lado, muestran casi nada de respeto en otras cosas básicas:
  • Se puede fumar en casi cualquier lado. En el metro por ejemplo, las multas para que la gente no fume son muy altas, pero aún así varias personas fuman hasta el instante mismo en que se van a subir al carro.
  • Las personas no dejan bajar antes de subir al los vagones del metro.
  • Mucha gente escupe al suelo.
Todo esto me hace pensar que la modernidad no necesariamente significa un cambio cultural tan grande en el respeto a los demás, sino que es un proceso natural de los países. Qué esperanzador y desesperanzador a la vez...


Rho y Bárbara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otra de las diferencias entre Barcelona y Santiago es que en la primera, la gente es liberal, no es clasista y no tiene el doble-standar de moralidad que existe en la segunda.